Esta vereda de El
Palacio, que se ha caracterizado por tener gente amante a la música de cuerda,
sobresaliendo en estas lides las familias Bacca y Bravo que
esa herencia la sigue cultivando el profesor del Centro Educativo "El Palacio”,
Alirio Oviedo, con sus clases de música los fines de semana, esa vereda es la
que nos comparte la siguiente historia de espanto.
Cuentan los habitantes de ésta región, y para
contar no hay quien les ponga la mano, que cuando atravesaban, en las horas de
la noche el camino viejo que conducía al sector urbano, miraban aparecer en un
hueco a un gato negro que tenía un aspecto muy agradable, al principio, y
parecía normal; pero, posteriormente cambiaba de aspecto y se dedicaba a perseguir
a las personas. Al llegar al sitio denominado el Chorrillo, el gato se adelantaba y
crecía enormemente y empezaba a desprender fuego por sus ojos, y se dice que las
personas que lo miraban tenían que llevarlas derechito al curandero y bañarlas
con agüita bendita porque les daba unos malos aires que para que les cuento.
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